Discurso Acto colación Egresados 2019
Queremos compartir el discurso de la profesora Nancy Marianucci en el acto de colaciòn de los egresados 2019, que resume en forma impecable el sentir de los docentes del Integral. Gracias Nancy!
Discurso de Acto de colación Promoción 2019
Señoras Directivas, cuerpo docente, familias, queridos alumnos y alumnas
Buenas noches y bienvenidos una vez más
Me siento muy contenta y muy emocionada esta día tan especial para todos los que nos hicimos presentes esta tarde. Estar en este momento frente a todos para dedicarles unas palabras a ustedes, egresados y egresadas, es un honor y una gran oportunidad para empezar a decirles gracias, muchas gracias. Gracias por darme la posibilidad de crecer profesionalmente y humanamente, y por hacer que mi experiencia en el aula sea de las cosas más enriquecedoras que mi trabajo me pueda regalar.
Ustedes son el mejor motivo que tenemos todos los que somos parte del Integral para estar en la escuela cada día. Año tras año nos reunimos en este mismo lugar para decirle “ Adiós “ a cada Promoción que culmina su Ciclo Secundario y les deseamos siempre todo lo lindo y lo bueno, y lo hacemos de todo corazón. Y aunque esto suceda cada año nunca es una tarde más, un acto más. La emoción que nos invade siempre es mayor. El orgullo que sentimos cada vez es más grande porque los que se van dejan la vara muy alta y cada camada que toma la posta va por más, y más, superándose a sí mismos en muchísimos sentidos.
Ustedes han tomado un compromiso para con la institución inmenso, y lo han hecho con tanto, tanto amor. Fueron protagonistas de cada proyecto del Integral. Se han puesto al hombro cada propuesta que se llevó a cabo durante el año. Continuaron aquello que ya estaba en marcha (una Biblioteca o el Salón de usos múltiples, por ejemplo). Codo a codo con sus profesores trabajaron para cumplir el objetivo, el que sea. Nos hicieron saber que contábamos con ustedes y son los que nos enseñaron que siempre podemos lograrlo. Todo el tiempo han propuesto, se han organizado, discutido, resuelto, encarado. De repente se convirtieron en abogadas, contadoras, promotores, cantantes, coreógrafos, sonidistas, bailarines, músicos, escritores, ambientalistas, actores, artistas plásticos, militantes, y si había que cuidar un pájaro rescatado de la vereda también se ofreció a dar una mano una proteccionista. Cuando no hubo en la escuela lo trajeron de casa, como sea: en bici, caminando, en colectivo o juntando plata entre todos para el Uber como cuando Ruti trajo la máquina de coser de su madre e hicimos una bandera argentina enorme para un 20 de junio con retazos que trajeron todos los cursos. Ofrecieron sus instrumentos, un micrófono más, las herramientas de sus padres. Cuando algo no supimos, nos lo enseñaron. Cuando colapsamos porque no hubo tiempo para un ensayo más, nos tranquilizaron. Nunca nos soltaron la mano.
Son tantos años compartidos desde que iniciaron este camino, y recuerdo verlos llegar en aquel 1er año (algunos llegaron después) y me doy cuenta del vínculo tan especial que tenemos que en muy pocos ámbitos se puede construir entre adultos y adolescentes. Siete horas diarias, durante toda la semana, a lo largo de seis años. Esa convivencia, en muchos casos, es mayor a la que le dedicamos a nuestras familias y amigos. Y qué suerte tengo yo de pasar tanto tiempo con estos locos adolescentes que nunca me serán indiferentes porque siempre tienen algo que decir y cada uno a su tiempo y a su modo. Manifiestan sus luchas, exponen sus ideales, se animan a hablar de todo sin prejuicios. Son espontáneos, transparentes, directos y siempre respetuosos. Son buena gente. Nos enseñan más de lo que imaginan. Debaten sobre perspectiva de género, diversidad sexual, feminismo. Discuten el lenguaje inclusivo, se involucran con la actualidad de nuestro país, conocen nuestra lucha docente y comprenden nuestro reclamo. También se vuelven locos por tres colores de un buzo o la tan soñada fiesta de egresados y no podemos negarnos a ceder unos minutos de clase mientras no paran de hablar a los gritos hasta ponerse de acuerdo, porque finalmente logran lo que se propusieron desde hace tanto tiempo.
Yo creo que ya fueron entendiendo un poco más todo, chicos. Hay que ir por todo: por lo que creen, por lo que sienten, por lo que sueñan, por lo que aman. Lo están haciendo desde hace un tiempo y sé que no van a parar. Son el presente, este hermoso presente. Son parte del inicio de los nuevos paradigmas producto de una crisis social, cultural, económica y ambiental que no tolera los atropellos de las viejas estructuras opresivas y violentas. Ustedes no van a pasar por alto las injusticias. No van a permitir que sus voces sean silenciadas. Conocen sus derechos y los están haciendo valer. Sepan que serán criticados, que intentarán minimizar sus convicciones, insultar su inteligencia, lo de siempre. Ustedes avancen. Y no se crean el discurso tan perverso de que no hay futuro porque ya saben que no es verdad. También saben que el camino se construye desde el consenso, con el diálogo, con la participación y por supuesto, con la educación. No se aparten del saber. Sigan formándose en lo que les apasione. Les aseguro que no hay nada más hermoso que ganarse la vida haciendo lo que uno ama.
Familias, gracias por confiarnos lo más preciado que tienen en sus vidas. Nosotros seguiremos creciendo juntos, acompañándonos en la labor, escuchándonos, apoyándonos y buscando acercarnos a tantas realidades.
Mis amores, muchas gracias otra vez. Valió la alegría y no la pena madrugar todos los días. Y recuerden siempre que fuimos muy felices. Los voy a extrañar. Los quiero mucho y no dejen de brillar.